Getzemaní González
Lo primero que quiero manifestar en este apartado es mi intención de mostrar el escepticismo cioraniano como una alternativa viable de ética posmoderna en los albores del siglo XXI. Es, sin embargo, una ética sui generis porque se arraiga a la par en el escepticismo y en el ocio o, para utilizar un término más preciso, La Indiferencia.
El escepticismo de Cioran es fisiológico[1] lo que quiere decir que no es una doctrina. No le interesa adoctrinar a nadie. El escepticismo no se puede enseñar, a lo más que puede aspirar es a contagiarse. Ir contra la fe es ir contra lo más fundamental de la existencia humana. Antes que la necesidad vital, la fe ha hecho florecer todos los absolutos que menoscaban la lucidez del ser humano. Todo en Cioran o la mayoría de sus pensamientos remite, en último término, a la fisiología. Si reflexiona acerca del…
Ver o post original 5.865 mais palavras